Invertir mediante el modelo de franquicia se ha convertido en una práctica muy habitual en los últimos años. Los emprendedores lo consideran una fórmula segura de autoempleo que permite reducir riesgos y adquirir vastos conocimientos, entre otras ventajas.

De hecho, cuando un emprendedor asume el reto de arrancar su nueva empresa, lo hace consciente de todas las dificultades que ello conlleva. Por eso, resulta vital analizar cuál es el modelo que se adapta mejor a las necesidades de cada uno. A continuación, te explicamos todas las ventajas de apostar por el modelo franquiciador y las razones que lo han convertido en un sinónimo inequívoco de éxito.

1. Se trata de un modelo de éxito probado a lo largo de la historia

¿Quién no ha visto nunca el rostro del Coronel Sanders impreso en cubos de pollo rebozado? Y quién no ha comido nunca en la cadena de restaurantes que en su día un tal Ray Kroc compró a los hermanos McDonald? Pues estas enormes marcas de ‘fast food’ tienen su origen en la primera mitad del siglo XX. A partir de entonces, empezaron a abrir locales por distintas localizaciones de los Estados Unidos otorgando un mismo servicio en todos ellos bajo la misma marca.

Su longevidad es una muestra clara del éxito del modelo de franquicias en el transcurso de la historia contemporánea. Actualmente, podemos reconocer dichos locales en cualquier remoto lugar del mundo y se han convertido en empresas gigantes.

El relevo generacional, clave del éxito

Una de las razones para entender la regularidad de este modelo ha sido la eficaz transmisión entre generaciones. Se trata de franquicias rentables que, en muchos casos, cuentan con la participación y compromiso de las familias propietarias. Por ello, no sólo se logran mantener, sino que consiguen expandirse.

2.  Está avalado por los datos

Situando el foco en el ámbito español, el informe “La Franquícia en cifras 2017”, realizado por mundoFranquicias, se muestra rotundo ya en sus primeras líneas: “la franquicia experimentó incrementos absolutos en todas sus variables”. Además, se trata de un modelo claramente en auge en nuestro país: mientras que en 2016 el crecimiento fue del 1,28%, en 2017 fue del 5,02%. Un dato que, además, deja en muy buen lugar a las franquicias en España, ya que el 86% de las 996 empresas consolidadas son nacionales.

3. Cuenta con el respaldo de millones de emprendedores

Como es lógico, si se trata de un modelo repetido y consolidado a lo largo de la historia, significa que millones de emprendedores han corroborado su éxito. De este modo, se puede optar por arrancar una franquicia económica desde cero o, en cambio, invertir en empresas ya consolidadas y con una estructura ya definida. Un elemento básico para distinguir una franquicia de las demás es una imagen corporativa reconocible. Seguro que antes, con los ejemplos de KFC y McDonald’s, te han venido a la cabeza sus respectivos logos, ¿verdad?

4. Es un sector altamente regulado

El sector de las franquicias está altamente regulado en España para asegurar un funcionamiento óptimo. Siguiendo el modelo de derecho anglosajón, la legislación para las franquicias españolas da mucha importancia al traspaso del ‘know-how’, así como la constante participación del franquiciador en las actividades de promoción de la empresa.

5. Permite pasar a formar parte de una estructura consolidada

Invertir en una franquicia rentable permite integrarse en una estructura sólida. En lugar de iniciar un proyecto desde cero, se puede optar por entrar en una empresa con una imagen ya construida, unos mecanismos operativos establecidos, una red de proveedores eficaz… Además, supone un gasto similar al de arrancar una empresa desde cero, o incluso menor si se trata de una franquicia barata. Eso sí, cuenta con un gran aliciente: una vez pagado el canon de entrada, se recibe un gran apoyo a nivel de marketing.

Insistiendo en el ámbito económico, también es muy destacable el aprovechamiento de la economía de escala, así como las facilidades de las entidades bancarias a la hora de apostar por franquicias consolidadas.

6. Da igual qué tipo de emprendedor eres: la franquicia se adapta a ti

Y es que uno de los grandes puntos a favor de las franquicias es la versatilidad de sus emprendedores. Es indiferente la experiencia, la edad, si se trata de una inversión individual o colectiva… El modelo franquiciador es muy elástico y adaptable a la persona que decide invertir en él. Lo importante es sentirse verdaderamente a gusto con el proyecto que se emprende.

Sabemos que emprender es toda una aventura y supone dudas, incertidumbres e inseguridades. Pero lo que también sabemos es que todo esfuerzo tiene su recompensa, por lo que sigas el modelo de inversión que sigas, nada podrá salir mal si aportas tu trabajo y conocimientos.