Enviar un correo electrónico, editar una fotografía para ponerla de perfil en una red social e instalar un programa en nuestro ordenador son acciones que muchos llevan a cabo casi de forma automática.

Pero, tras un estudio realizado por la Comisión Europea, se ha desvelado que solo el 58% de los españoles entre 16 y 74 son capaces de llevarlas a cabo. Es decir, el 42% carece de las competencias digitales básicas.

Sin embargo, España ocupa el 12º puesto en la clasificación de digitalización, con 0,49 puntos, superando la media europea, que es de 0,47.  El año pasado, ocupaba el 15º puesto con un 0,44, lo que quiere decir que ha adelantado tres posiciones este último año. Es importante destacar que estas puntuaciones son sobre 1.

Este incremento se debe, en gran parte, a dos factores. El 65% de los domicilios ya cuenta con banda ancha de alta velocidad y cada vez son más las ofertas que comercializan productos online o facturan electrónicamente, por lo que se requieren esos conocimientos básicos.

Dicho informe revelan que el crecimiento existe pero va a un ritmo muy lento. De este modo es muy complicado alcanzar a los que ocupan las primeras posiciones y también supone una limitación a la hora de obtener beneficios económicos.

Las videollamadas a través de herramientas como Skype, las aplicaciones bancarias o de compras, todavía no tienen la repercusión y la acogida que se espera y eso coloca a España muy por debajo de otros países Europeos.

La primera posición de la clasificación la ocupa Dinamarca, con 0,68, y la última Rumanía, con 0,31.

El correo electrónico se ha consolidado como una herramienta esencial de comunicación, tanto en el ámbito personal como profesional. Sorprendentemente, a pesar de su omnipresencia y aparente sencillez, una significativa proporción de la población aún enfrenta desafíos al utilizar esta tecnología. Según estudios recientes, el 42% de los españoles admite no saber enviar un correo electrónico correctamente. Este dato no solo refleja una brecha digital significativa, sino que también destaca la necesidad de fomentar la educación tecnológica y mejorar la accesibilidad digital para todos los segmentos de la sociedad.

El Desafío de la Brecha Digital

La brecha digital se refiere a la disparidad entre aquellos que tienen acceso y conocimiento para utilizar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) de manera efectiva y aquellos que no. Este fenómeno no solo se limita a la disponibilidad de dispositivos electrónicos y conexiones a internet, sino que también incluye las habilidades necesarias para utilizar estas herramientas de manera efectiva. El hecho de que un porcentaje considerable de españoles no sepa enviar un correo electrónico ilustra una faceta de esta brecha, subrayando la importancia de abordar tanto el acceso como la alfabetización digital.

El correo electrónico, a pesar de ser una de las formas más básicas y fundamentales de comunicación digital, requiere de una serie de conocimientos y habilidades que no deben darse por sentados. Desde la creación de una cuenta hasta la comprensión de las normas de etiqueta en línea y la gestión efectiva de la bandeja de entrada, hay varios aspectos que pueden representar obstáculos para los usuarios menos experimentados.

Frente a esta situación, se vuelve imperativo desarrollar e implementar estrategias dirigidas a mejorar la alfabetización digital entre la población. Los programas educativos que incluyen formación básica en TIC, talleres sobre el uso seguro de internet y cursos sobre aplicaciones digitales fundamentales, como el correo electrónico, pueden desempeñar un papel crucial en esta tarea. Además, es fundamental que estas iniciativas sean accesibles para todas las edades, prestando especial atención a los grupos más vulnerables a la brecha digital, como los mayores y las personas en situaciones de desventaja socioeconómica.

Las bibliotecas, centros comunitarios y otras instituciones públicas pueden servir como puntos de acceso para estas actividades educativas, proporcionando no solo el conocimiento necesario sino también el equipamiento tecnológico para que los ciudadanos practiquen y mejoren sus habilidades digitales. La colaboración entre el sector público, las empresas privadas y las organizaciones no gubernamentales puede amplificar el alcance y la efectividad de estos programas de alfabetización digital.

Además, la promoción de una cultura de inclusión digital, que reconozca la importancia de garantizar que todos los ciudadanos tengan las habilidades necesarias para navegar en el mundo digital, es esencial. Esto implica no solo proporcionar la formación necesaria, sino también fomentar una actitud de aprendizaje continuo y adaptación frente a las tecnologías que evolucionan rápidamente.

El correo electrónico es una herramienta indispensable en nuestra sociedad digital, y el hecho de que un porcentaje significativo de españoles no se sienta competente para utilizarlo señala una necesidad urgente de abordar la brecha digital. A través de la implementación de programas de alfabetización digital, la promoción de la inclusión digital y la colaboración entre diversos sectores, podemos asegurar que todos los ciudadanos tengan las habilidades necesarias para participar plenamente en la sociedad digital. Superar este desafío no solo mejorará la comunicación y las oportunidades para los individuos, sino que también contribuirá al desarrollo económico y social de España en su conjunto.