Cuando decimos la palabra «sostenibilidad» la primera conexión que crea nuestra mente es con la palabra «medio ambiente» . Las cuestiones relativas a la protección del planeta son consideradas importantes por el 64,7% de los italianos, mientras que a gran distancia están las cuestiones sociales y finalmente las económicas.

Quizás sea el efecto Greta Thunberg o quizás sea la sensación de que mientras se puede hacer algo concreto para ayudar al Planeta con pequeños gestos cotidianos, el problema económico nos queda más lejos.

Y es por ello que según los datos analizados sobre una muestra de mil personas respecto a los 17 objetivos de la Agenda 2030 que se consideran más importantes, solo un bajo porcentaje de personas menciona el crecimiento económico, la industria, la innovación y las infraestructuras.

Otro dato realmente significativo es que en la muestra analizada solo uno de cada 4 italianos conoce los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU (ODS – Objetivos de Desarrollo Sostenible). Entre los más informados se encuentran los niños de la «Generación Z» que forman parte del segmento más educado de la población.

Los canales que difunden información sobre sostenibilidad son principalmente los medios tradicionales (49,9% televisión y prensa), la web (34,6%) y finalmente las redes sociales (24,9%).

El 85,8% de las personas conocen al menos un objetivo entre los 17 Objetivos. Sin embargo, cerca de dos millones de personas declararon que no les interesan los temas relacionados con la sustentabilidad y el Planeta y cerca de ⅓ de ellas dijeron que no adoptan conductas ecosostenibles porque cuesta demasiado.

Por qué es esencial una economía más sostenible

La sostenibilidad económica es la base del desarrollo sostenible . Ya en la década de 1970 se hablaba de crecimiento económico ligado al respeto por el ecosistema , sin embargo, recién en 1987 la Independent Commission on Environment and Development (Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo) declaró que “la humanidad tiene la posibilidad de hacer sostenible el desarrollo, es decir, de asegurar que satisfaga las necesidades de la generación actual sin comprometer la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan sus necesidades”.

La sostenibilidad económica se puede definir como la capacidad de un sistema económico para generar ingresos y trabajo para el sustento de las poblaciones.

Por eso, la sustentabilidad económica es la base de cualquier macro área de sustentabilidad, ya sea que se trate de la salvaguardia del capital económico, humano, social y natural. Esto porque el principio de cualquier desarrollo debe ser garantizar a las generaciones futuras la misma disponibilidad de recursos que tenemos actualmente, siguiendo un principio de equidad.

La sostenibilidad es un proceso continuo y las tres dimensiones principales (sociedad, economía y medio ambiente) están estrechamente vinculadas entre sí y no pueden analizarse individualmente. Si al emprender una estrategia económica (para mayor beneficio) no se presta atención a la esfera humana y ambiental, no se puede lograr el desarrollo sostenible.

Sostenibilidad económica y economía circular

La economía sostenible es un tipo de economía que prevé que el desarrollo de la sociedad se persiga sobre la base de un concepto de sostenibilidad tanto desde el punto de vista económico como social y medioambiental.

Los recursos utilizados para apoyar nuestro desarrollo económico deben poder regenerarse para estar disponibles también para las generaciones futuras.

En la economía sostenible, el patrimonio mundial es el punto de apoyo y motor del desarrollo social y este patrimonio no se basa sólo en los recursos ambientales sino que atañe a todas las formas de diversidad presentes en la Tierra, empezando por la cultural.

Por lo tanto, el concepto detrás de la economía sostenible es la capacidad indispensable del «sistema Tierra» para restaurar las energías que se han utilizado en un período determinado para garantizarlas también a quienes las necesitarán en el futuro.

Para entender qué se entiende por “economía circular” tenemos que remontarnos a 1976, cuando en un informe presentado a la Comisión Europea, titulado “The Potential for Substituting Manpower for Energy”, Walter Stahel y Genevieve Reday explicaron su idea de una economía circular y su impacto en la creación de empleo, el ahorro de recursos y la reducción de residuos.

«En una economía circular, el valor de los productos y materiales se mantiene el mayor tiempo posible. Se minimizan los residuos y el uso de recursos , y cuando un producto llega al final de su vida útil, se vuelve a utilizar para crear nuevo valor » .

A continuación enumeramos los pilares sobre los que se sustenta la economía circular:

• Utilice pocos recursos antes del proceso de producción y limite la producción de nueva materia prima reciclando la existente

• Minimizar la producción de residuos (de productos/energía que se eliminan o desperdician)

• Mantenga los materiales individuales en el círculo de producción el mayor tiempo posible

Los modelos de negocio circular tienen en cuenta no solo el impacto sobre el medio ambiente sino también el factor económico y empresarial, por lo que se puede decir que la economía circular no coincide con la economía verde.

Además, la economía circular también produce beneficios en la continuidad del negocio, esto se debe a que la escasez de materias primas, la fluctuación repentina en los precios de los materiales y las posibles interrupciones en el suministro (como sucedió en el caso del buque de carga Evergreen atascado en el canal de Suez) hacen que el modelo de economía lineal sea inestable y nada seguro.

Inevitablemente, la economía circular produce beneficios (sociales, económicos y medioambientales) en toda la cadena productiva, estimulando el crecimiento y la mejora continua de todas las fases productivas, la de diseño, producción, distribución, consumo, recogida, reciclaje, etc.

El modelo económico actual se ha basado durante décadas en la producción de nuevas materias primas para hacer circular el mundo y la economía, provocando enormes riesgos ambientales y generando continuos problemas sociales.

Sin embargo, limitar la dependencia de la producción de nuevas materias primas , utilizando y recirculando materiales que ya han sido utilizados, limita fuertemente los riesgos enumerados anteriormente.

Cómo afrontar la sostenibilidad económica empresarial a partir del conocimiento

Para las pymes, la sostenibilidad es un desafío. Hoy, toda empresa italiana tiene la obligación de repensar las opciones industriales del pasado para aprovechar las oportunidades estratégicas relacionadas con la sostenibilidad.

Es necesario saber cómo se producen las materias primas en la base de nuestra industria manufacturera y cuáles son las condiciones de trabajo que se pueden considerar aceptables. Es importante pensar en términos de impacto ambiental tanto en su cadena de suministro como en la cadena de distribución de los productos vendidos y los servicios ofrecidos.

Por ello, la nueva estrategia industrial de la Unión Europea apoya el crecimiento sostenible de las pymes a través de una serie de objetivos a perseguir y a través de unos fondos monetarios:

• revitalizar los territorios dependientes de los combustibles fósiles utilizando el Fondo de Transición Justa, que forma parte del plan financiero de la UE para el clima;
• garantizar que los subsidios de la UE estén dirigidos a empresas ambientalmente sostenibles y mejorar la financiación sostenible para las empresas en el proceso de descarbonización;
• utilizar el mecanismo de ajustes fronterizos de carbono  para proteger las empresas y los puestos de trabajo de la UE frente a la competencia internacional desleal;
• desarrollar la economía circular , favoreciendo la eficiencia y el ahorro energético y las tecnologías de energías renovables;
• utilizar el gas natural y el hidrógeno como potencial innovación tecnológica;
• invertir en inteligencia artificial e implementar un mercado único europeo de datos y digitales, definir estándares europeos sobre ciberseguridad;
• invertir más en investigación y desarrollo;
• revisar las normas antimonopolio de la UE para garantizar la competitividad mundial.

Para abordar adecuadamente la sostenibilidad económica empresarial, las empresas primero deben chocar con otro factor que obstaculiza el desarrollo sostenible: la falta de conocimiento.

Un estudio de BCG (una multinacional estadounidense de consultoría estratégica) encontró que el 90% de los ejecutivos de negocios entrevistados creen que el concepto de sustentabilidad es importante, el 60% de ellos incorporan la sustentabilidad en su estrategia de negocios, el 25% de ellos la incorporan en su negocio modelo.

Uno de los principales problemas a la hora de perseguir un desarrollo empresarial basado en la sostenibilidad es no saber por dónde empezar .

Hemos llegado a un punto de no retorno, quizás pronto ya no haya más tiempo para empezar.

Nosotros hemos decidido hacer nuestra parte, ¿y tú?