David López es profesor de matemáticas en un instituto de Gavà (Cataluña). Cuando iba al colegio (¡por aquel entonces aún se estudiaba el B.U.P.!) el mismo necesité clases de repaso de matemáticas. Conoce muy bien la frustración de que no te salga nada y la sensación de pensar que tu inteligencia no está a la altura. Pero también conozco la sensación de que algo en tu cabeza haga clic y, de repente, lo que hasta entonces resultaba incomprensible, pasa a ser evidente. Enseñar es aprender dos veces, y con el tiempo todos nos damos cuenta que hacer las cosas aburridas no ayuda a nadie. Que dominar una materia no es lo mismo que comunicarla eficientemente. Que el temario que no relacionamos con nuestra vida pierde interés. Que no entender algo no te convierte tonto, simplemente no te han dado la explicación que el necesita.