Aunque cada vez es más elevado el porcentaje de usuarios que realiza compras online, sigue existiendo esa desconfianza que de vez en cuando se pasea por delante de aquellos que dudan a la hora de darle al botón de «Comprar ya» o al de «Confirmar pedido».

Una buena estrategia para evitar que dicha desconfianza merodee por nuestra tienda online sería crear prescriptores que hablen bien de nosotros. Pero eso no es suficiente para que nos compren y mucho menos para posicionar nuestro producto.

El elemento de posicionamiento por excelencia y el arma más letal en la red es el SEO. De los pocos que es capaz de batallar con el social media y en ocasiones vencerle. Es más, a día de hoy muchos expertos aseguran que el posicionamiento en buscadores es más importante que el posicionamiento en redes sociales.

Cuando una persona necesita información sobre cualquier cosa, lo primero que hace es entrar en Google y teclear aquello que busca. Lo mismo sucede con las compras online. Si buscas unas botas de fútbol en Barcelona, lo más probable es que tu búsqueda comience haciendo clic sobre el botón «Buscar con Google».

Así pues, invertir en SEO y trabajar en él puede hacer que tu comercio online sea visible y aparezca en buena posición en lo que a resultados orgánicos se refiere.

Si tu web aparece bien posicionada es muy probable que se incremente el tráfico de tu web y, con una buena estrategia detrás, se logre la conversión de los clientes.