Generar contenido en una página web ha pasado de ser un plus a ser indispensable. Es decir, lo que antes suponía una ventaja competitiva para las webs que lo generaban, se ha convertido en una obligación. Un pilar que, si no existe, dificulta mucho la solidez del sitio web.
No es simplemente generar contenido para estar activos sino que, a estas alturas, es uno de los elementos con más poder de seducción para nuestros clientes. Es por eso que es tan importante hacer estrategias para captar a clientes como redactar y publicar contenido como si de un medio de comunicación se tratase. Ambas prácticas son indispensables si queremos que el éxito haga acto de presencia.
Principalmente encontramos tres tipos de contenido y, a continuación, os vamos a explicar brevemente en qué consiste cada uno de ellos.
1. Contenido propio: la propia empresa se encarga de analizar el sector en el que trabaja para redactar y, posteriormente, publicar el contenido.
2. Contenido alquilado: la empresa decide pagar a algún medio de comunicación para que estos envíen o publiquen contenido en su web.
3. Social Content: contenido que se publica en las redes sociales. Debe ser escueto y dinámico para incentivar la interacción con nuestros clientes o futuros clientes.
Sea cual sea la opción que escoja la empresa, es fundamental e imprescindible que el contenido seleccionado sea de calidad y eso depende, principalmente, de la originalidad, creatividad y propiedad del texto.
