Nos hemos creído tanto eso de que el cliente siempre tiene razón que en ocasiones aparcamos la realidad y no nos damos cuenta de que nuestra propia actitud impide que recibamos lo que queremos. Es decir, pretendemos que nuestra experiencia de compra sea inmejorable y que el servicio sea lo más personalizado posible pero no queremos que cuenten con nosotros a la hora de facilitar datos personales, algo indispensable para conocer las necesidades del cliente y, de esta forma, personalizar el trato.

Esta disparidad se ha reflejado en una encuesta que ha realizado Accenture. Se preguntó a más de 1000 personas comprendidas entre 20 y 40 años siendo indistinto el sexo y el poder adquisitivo de estas.

Lo más destacable de la investigación es la contradicción de los consumidores. Seis de cada diez pide que las empresas realicen promociones a tiempo real pero solo un 20% facilitaría su ubicación en el momento de la consulta.

Para más inri, el 88% asegura que, si fuera posible, querrían ser ellos los que  establezcan cómo, cuándo y dónde se  utilizarían sus datos personales.

Este estudio, lejos de perjudicar a las marcas, debería motivarlas aún más. Estas ya conocen que lo que más gusta a los consumidores son los descuentos que se hacen en el momento de la compra y el hecho de recibir las promociones en tiempo real. Además, en las compras online, buscan páginas web sencillas e intuitivas que faciliten la navegación o la ejecución de la compra.

Por otro lado tenemos esos recordatorios que pueden resultar tan odiosos. Si estos se enmarcan bajo ofertas y promociones, dejan de ser irritantes y se convierten en apetecibles. Otro aspecto a tener en cuenta por las empresas a la hora de planificar una estrategia.